Estética íntima femenina

Actualmente, la estética Íntima es vista como un tabú. Muchas mujeres pueden sentirse molestas e inseguras con las características de la región íntima, impactando negativamente en la autoestima y reflejando directamente en la vida sexual, en la salud física y psicológica de la mujer, así, influenciando en la calidad de vida.

El proceso de envejecimiento es un proceso fisiológico, suele ser gradual e irreversible, ocurriendo a nivel celular. Los factores fisiológicos, genéticos y factores exógenos, como: malos hábitos alimentarios, tabaquismo, obesidad, gestación y procesos mecánicos (como depilación con cera) pueden culminar en

alteraciones estéticas, como: hipercromía, que abarca el oscurecimiento de la región íntima. Con el pasar del tiempo, la piel tiende a quedarse más fláccida, todo eso evoluciona para alteraciones estéticas en la región íntima.

Las quejas más frecuentes están relacionadas a la anatomía del órgano genital, oscurecimiento de la zona intima, flacidez y a la pérdida de volumen de la región intima, la sequedad vaginal, que puede surgir a partir de la menopausia; y el ensanchamiento, proveniente del parto vía vaginal (parto normal).

El área de la estética dispone de recursos terapéuticos que visan mejorar la apariencia de la región genital a respecto de la reducción de la flaccidez tisular de los grandes labios, reducción de adiposidad localizada, clareo y fotodepilación.

Diversas son las técnicas que pueden ser utilizadas por el profesional de la estética, como: peelings, laser vaginal, radiofrecuencia, plasma rico en plaquetas, inductores de colágeno, alta frecuencia y electroestimulación, como, por ejemplo, uso de cosméticos y rellenos con ácido hialurónico y toxina botulínica.

Generalmente, las regiones tratadas son: el monte pubiano, área inguinal, grandes labios, perianal, ano y bolsa escrotal (posterior). Los tratamientos son individuales, variando de paciente para paciente, dependiendo de los síntomas y de las quejas.